Ayer os contaba a través de la página de Tele a la parrilla en Facebook, que Reino Unido censuraba el anuncio del perfume «Coco Mademoiselle», de Chanel, al considerarlo «sexualmente sugerente», por lo que no permitirá que sea emitido en horario infantil.
Sin entrar en si el material es adecuado o no para los más pequeños (cada uno puede tener su opinión, aunque es habitual que en los spots de fragancias siempre exista una cierta tensión sexual entre los protagonistas) este caso me ha llevado a acordarme de otra censura publicitaria en España.
Y es que…¿qué puede hacer una marca si después de invertir en un spot este es censurado?
El anuncio de Idealista optaba hace varios meses en su estrategia por un anuncio «subidito de tono», en el que se mostraban escenas de parejas manteniendo relaciones sexuales en sus coches (aunque en ningún momento se veía nada más allá que algún sujetador o trasero desnudo) con un eslogan conciso que decía: «¡Búscate una casa! Métete en Idealista, el portal inmobiliario líder»
El resultado de esta campaña con contenido sugerente fue la intervención de la Oficina de Autocontrol, que impedía que la campaña pudiera verse en televisión antes de las 22:00, momento en el que termina el horario infantil.
Lo interesante en todo esto fue la reacción de Idealista, que transformó la adversidad en oportunidad, creando una versión light del spot en la que las imágenes de las parejas estaban difuminadas, por lo que ya podía ser emitido a cualquier hora. En este anuncio se informaba además claramente de la prohibición, invitando a ver la versión completa en su propia web.
Esta estrategia de reacción causó más ruido de lo que en un principio podría conseguir el anuncio «sin censura», ya que además de emitirse durante todo el día, los usuarios entraban en su web mediante el cebo de la publicidad, y enganchaban a los posibles clientes.
La estrategia de Idealista consiguió superar su objetivo, ¿qué acciones podrían llevar a cabo desde Chanel?